La columna de Mairahe esta semana : "La condición humana"

Gracias a Maraihe por enviarme la columna que en realidad corresponde a esta semana.

De andar y ver
Mariahé Pabón

La condición humana

"Creo que conozco a casi todos los criminales de guerra. Conozco a Radovan Karadzic, que antes de la guerra era poeta. Algunos de mis profesores de la Facultad de Filosofía están en La Haya. Eran políticos pequeños que creyeron interpretar a personajes históricos. Los seres humanos están condicionados. Si les dejas la oportunidad de convertirse en animales se convertirán en animales. La cultura no nos protege".Goran Bregovic, compositor, sobreviviente de las guerras Yugoeslavas, autor de la mayoría de las músicas en las películas de Kusturica.Acaba de estrenar en España su disco Alkool

Maglio en el huracán
He leído con atención algunos de los comentarios en donde abuchean al pelotero Maglio Ordoñez desde las tribunas del pensamiento, si así se les puede llamar. Personalmente no conozco a este jugador pero sé que es un fuera de serie pegándole con un palo a la pelota ,lanzando escupitajos a larga distancia, masticando chicle en todo momento y rascándose las partes cuando hay urgencias. Eso en lo pequeño y feo del béisbol como espectáculo. En lo grande y bonito, se luce como lo que es : un grande liga y no sé si así se escribe, porque no tengo a mi lado a Mari Montes, quien ya ha escrito dos deliciosos libros sobre el béisbol y ha tratado en varias oportunidades de alfabetizarme en la materia, pese a que le he insistido en que lo mío es el fútbol, el cine, la lectura, el vallenato, el baile y la barra de un bar.
Entiendo que por esa proeza, ganada a punta de mucho ejercicio, tenacidad y talento, gana un bojote de dólares, lo cual me parece de lo más justo, porque ese dinero, le sirve para elevar el nivel educativo de los suyos y para mostrarle que el Imperio no es una quimera como pregona su presidente .

Los ídolos
Cuando su nombre comenzó a encabezar los titulares de los periódicos , les confieso que me encantaba ver su sonrisota, como me siguen encantando todos los Galarraga, los Aparicio, los Guillén, los Davalillo, Santana, Sojo, Abreu, Carrasquel, Cabrera, Vizquel, en fin tantas figuras que le han dado nombre y brillo a Venezuela . Son gentes ejemplares y respetables como Dudamel, Simón Díaz, Alirio Díaz, Gabriela Montero, Franco de Vita y un centenar más de hombres y mujeres que hacen cosas prodigiosas dentro y fuera del país.
Yo de béisbol, sé nada. Nunca he visto un juego, no lo entiendo, no me llega al corazón como el fútbol, pero he visto las ríadas de gente yendo hacia los estadios para disfrutar del placer que les regalan sus ídolos. Por todo eso no estoy de acuerdo con los abucheos de los aficionados dirigidos a Ordoñez en un estadio de Miami.
Chávez , al defender al pelotero dijo que “esto (el abucheo) no se había visto nunca que yo recuerde”. Eran otros tiempos, Comandante. Y debiera preguntarse el por qué ,él, no puede ir a un juego de pelota.
Maglio, por su parte, se defendió: “ Me critican por una decisión personal. Yo creo en lo que pienso y en lo que veo” Recalcó que estaba allí, formando parte de la selección del clásico mundial, “para obtener el triunfo que tanto necesita el país”.

Y tiene razón
Maglio les pegó en donde más duele a los miles de venezolanos que fueron empujados al exilio por el odio que Chávez sembró el día en que comenzó a sacar a empujones a los empleados de Pdvsa. De ahí el disgusto generalizado. No comparto la rechifla ni el insulto a un pelotero que como Maglio Ordoñez, les ha regalado a todos los venezolanos inolvidables jornadas. Es ídolo de millones de personas. Quiere a Chávez y está en su pleno derecho, votó por Chávez y él cree en lo que piensa. Ve cosas que nosotros no vemos . El que quiera ver que vea. Y él ve lo que le conviene. Ve desde la lomita, desde la lejanía de una nación que pese a sus muchos errores, practica la democracia. El no ve a los niños muertos , ni a las madres llorando, ni se asoma a los ranchos. La violencia le resbala.
A los abucheadores les digo que en lugar de gritos e insultos, hubiesen podido organizarse para no asistir a los partidos en los que Maglio iba a jugar, pero como no estaba solo, había que ver a las otras estrellotas que están en la pradera, como la llama Mari Montes, para darle un poco de alegría a los fanáticos. En eso , Maglio tiene razón: Venezuela necesita alegría y los peloteros nos la regalan a cada rato. Hasta yo que jamás he visto un partido de béisbol, me contagio cuando mis ruidosos vecinos lanzan al aire sus petardos de pólvora para festejar el triunfo de cualquiera de sus equipos.
Necesitamos alegría, Maglio y como buen amigo de Chávez, aconséjale que gobierne para todos. Nada más.