Friday, February 11, 2011

La columna de esta semana

¿A quién se parece?

Mariahe Pabon

"El presidente-dictador de Egipto, Hosni Mubarak, sabe perfectamente que su régimen está condenado, pero se mantiene obstinadamente en el poder, siquiera en los aspectos más formales del mismo, y con ello libra la última batalla en defensa de su concepción del país, enfrentamiento cuyo resultado determinará si el levantamiento popular ha sido toda una revolución o solo un amotinamiento menor.

El mubarakismo ya no existe, pero su fundador no acepta un veredicto infamante de su obra. A nadie le tiene que extrañar que Mubarak tenga partidarios y que estos salgan violentamente a la calle para defender a su líder. En casi 30 años el régimen ha creado extensas redes clientelares integradas por miembros de profesiones liberales, políticos, administradores y simples empleados de la vasta burocracia de un sistema en el que un trabajo ha sido con frecuencia la recompensa a la fidelidad política. Esos son los que han hostigado a la protesta, contando con reblandecer así a la oposición hasta que acepte negociar con el poder algún tipo de transición controlada hacia un mínimo común denominador de contenido democrático". M. A. Bastenier, El País.
Saber y contar
¿Qué podríamos sacar en conclusión después de la más reciente Operación Circense protagonizada por los comediantes oficialistas de la Asamblea Nacional, para supuestamente responder a los alegatos de la oposición acerca de los dramas que acosan al país y que en opinión de los interrogados solo existen en la calenturienta mente de todos aquellos que nos negamos a reconocer que la revolución es un hito en la historia de la humanidad?
Más que respuestas concretas, lo que se escuchó allí fue un discurso panegírico en torno al Comandante Presidente quien henchido e hinchado de orgullo felicitó a sus muchachos, vía Candanga, por haber respondido con brillantez a las interrogantes sobre seguridad, corrupción, compra de armas, participación de los cubanos en todos los terrenos del poder, expropiaciones y demás abusos cometidos en nombre de la revolución.
Poquitos muertos
El Aissami, ministro del interior, muy orondo y sin asomo de vergüenza, reveló que en materia de homicidios por violencia, vamos bien, porque hemos descendido en su incidencia. Para constatarlo, se dio el lujo de presentar numeritos: "de 7.059 homicidios, pasamos a 6. 317, en los dos últimos años". Debemos exhibir con orgullo estas cifras. Seis mil trescientos diez y siete familias en desgracia por la muerte violenta de uno o más de sus miembros, en un año no significa mucho, ya que otros países tienen peores estadísticas. Dijo que la tasa de muertes violentas es de 48 por cada cien mil habitantes. Venezuela no ha llegado a tanto, así que a llorar al Valle.
Cuentas claras
Jaua, el mejor discípulo del maestro, nos contó que Chávez, entre otras muchas cosas, les ha enseñado a rendir cuentas, pero no en público, porque ahí no se mostraron los envíos a los países del eje, ni se especificaron los gastos presidenciales, ni las millonarias pérdidas por la podredumbe de 130 mil toneladas de alimentos.
Tampoco se hizo referencia al escándalo que llevó a la renuncia del gobernador de Apure, Jesús Aguilarte Gámez, militar de alto rango, de los que dice Mata, Ministro de la defensa, que son la fuerza moralizadora de la patria.
El frívolo uniformado tiene un expediente que comienza con una fastuosa boda en Maracay desde donde por cierto despachaba y el tiempo se le iba en hacer negocios de millones, para "curarse en salud". Ese fue el motivo de su renuncia: razones de salud. Las mismas que tuvo para no hacer acto de presencia durante su segundo período en las oficinas de la gobernación.
Ya lo reveló el martes nuestro ministro Maduro: a la nación le entraron 555 mil 689 millones de dólares. Se gastaron 330 mil 582 millones en salud y educación (¿?). El resto se destina a la "profundización" de la industria petrolera. ¿Con qué se comerá la profundización?. El Ministro Mata lo sabe. La comen los cubanos, iraníes, chinos, rusos y demás asesores del gobierno al que le venden desde bicicletas, autos, hasta tanques, fusiles, submarinos y aviones invisibles. Para Istúriz, los soldados de ahora no comen casquillos, sino caviar en la propia Plaza Roja del Kremlin. Este Istúriz si tiene vainas, Lo decía por Guilarte.
Libertad de Expresión
Lo mejor de la comedia fue la actuación del inefable Izarrita el que se ríe de nuestros muertos, cuando dijo que la libertad de expresión era de puertas abiertas. Pues lo es, sí. Ese día se confirmó. Adentro se encontraban los reporteros del régimen. Afuera, pendientes de un monitor, el resto, incluyendo a los periodistas extranjeros, sin carnet rojo.