De andar y ver

El toque de Diana o la copia al carbón

 Mariahé Pabón (*)

"En pocos años, Raúl Castro construyó un imperio económico, un Estado dentro del Estado gestionado por militares más preparados para combatir en las trincheras de los negocios que en el arte de la guerra. Gaesa (Grupo de Administración Empresarial, S.A.), el holding de las Fuerzas Armadas, controla casi el 70 por ciento de la economía del país a través de trescientas empresas que generan casi el 90 % de las exportaciones, el 60 por ciento de los ingresos turísticos, cerca del 25 por ciento de los ingresos por servicios, el 60 por ciento de los ingresos en divisas y más del 65 por ciento de todo el comercio minorista en pesos convertibles, con ingresos anuales que superan los mil millones de dólares. Todo ese tinglado, controla zonas francas y parques industriales y posee hoteles, apartamentos, aviones, yates de recreo, gasolineras, astilleros y un sin fin de empresas que incluyen una dedicada a la búsqueda de tesoros, está dirigido por el mayor Luis Alberto López Calleja, yerno de Raúl Castro". Del libro " La pulga que cabalgó al tigre" escrito por el corresponsal de Televisión española en La Habana, Vicente Botín, próximo a salir.

øDe qué se quejan?

G, tiene salud, belleza e inteligencia. Se mueve en el negocio de las relaciones públicas como pez en aguas turbias o tranquilas. No se queja de nada, porque lo tiene todo. En días pasados la asaltaron a punta de pistola, igual que a su hijo, pero están vivos, gracias a Dios. Insiste en que no tiene razón para quejarse, porque lo tiene todo, incluso visa abierta para viajar al imperio, pero no cree que ella vaya a llegar a tal extremo. ø Si no tiene nada para quejarse por qué que demonios va a huir? . Este comentario se lo escuché a G, en una reunión de periodistas convocada por Banesco con motivo de celebrar el día dedicado a los comunicadores sociales. Una gran parte de los colegas allí reunidos, nos quejábamos, cómo no, de la falta de trabajo, de los numerosos medios de comunicación clausurados, de la carencia de papel para publicar revistas o aumentar el tiraje de los periódicos, de la necesidad de irse del país en busca de mejor futuro y de la dificultad que tiene la mayoría de las periodistas que hacen calle para la televisión y son maltratadas por los órganos oficiales y sus verdugos. De periodistas presos. No me diga la dama G, que en este país no existe motivo alguno para la queja. Y Dios no quiera que en el próximo asalto, la cosa llegue a mayores, porque entonces, lanzará un gutural quejido que se va a escuchar en el ámbito nacional, como le ha ocurrido a millones de habitantes de este país a quienes cada fin de semana, les hieren o matan a un ser querido.

El Peky, a mitad del diablo

El Peky es una de las figuras más representativas de la revolución bolivariana. Tiene 51 años, una contextura fuerte y una figura que denuncia la ingesta de mucho carbohidrato. Lo bautizaron como "la mitad del diablo" , título que él acepta con orgullo. En la lucha por la liberación de su territorio que es el 23 de Enero arriba, ha matado a 200 personas "inservibles, descartables, no aptas para el cultivo de los ideales rojitos". Su primero, lo mató a los 14 años. El tipo agonizó "cuatro horas y veinte y seis". Le había robado su automóvil.

"Aquí, es una cuestión de respeto, de vida y de status", murmura él, con la

mirada espantada. "Hay que matar, si no eres tu quien mueres".

Esto lo leí en un reportaje publicado la semana pasada en L'Express de París, firmado por la reportera Delphine Sanbaber. El peky anda suelto y Sinomovis está preso. El Peky pasea orondo por los barrios caraqueños y a Brito lo obligaron a una huelga de hambre porque le arrebataron sus pertenencias. El Peky mata todos los días y a la Jueza Afiumi, la mantienen en una celda por haber cumplido con lo que dicta la ley. A Lorenzo Mendoza, Chávez lo reta e insulta porque no se despoja de la Polar y le anuncia que no va a entrar a los cielos. Parecería que este ángel exterminador es la otra mitad del Peky.

Ahora les toca a los portugueses

Cada día aparecen más centros de acopio, con contenedores de comida dañada. Suman miles las toneladas de maíz, arroz, pollo, pasta y demás productos comestibles dispuestos para la incineración, algunos de ellos en vía de reciclaje para vender en Mercal. Quiera Dios que esto del reciclaje sea un infundio, porque no se pueda ingerir un alimento retenido en lugares faltos de luz y de refrigeración. La culpa se la echan siempre al más pendejo y es que los verdaderos autores de este desmadre andan siempre en el cortejo presidencial aplaudiéndole sus asaltos y confirmándole sus mentiras. Entretanto, se pierden los alimentos destinados a los mercados populares cada día menos aceptados por el pueblo. Por eso Chávez se apropió de Cada y quiere seguir con todas las cadenas organizadas del país como Madereinse, El Patio y Excelsior Gamma.