Friday, February 12, 2010

La columna de esta semana...y de verdad aun hay algunos que siguen creyendo!!

De andar y ver

De repente

Mariahé Pabón (*)

"Cuando ustedes oigan un golpe de arpa tramado, pudiera ser Chávez de repente". "Se me ocurrió estos días y aquí estamos, De repente con Chávez, guerrilla por radio", que, como indica su nombre, puede "salir al aire en cualquier momento, puede ser a las tres de la mañana", Hugo Chávez Frías, Caporal de Venezuela.

Exprópiese

Y así, de repente, llegó a la Plaza Bolívar, tomado de la mano de su hija y custodiado por unas cuantas mujeres enardecidas, dichosas de estar al lado del Emperador de Venezuela, quien sin más ni más, ordenó expropiar unos cuantos edificios que rodean la Plaza Bolívar y que valga la verdad, no tienen ni valor arquitectónico ni histórico. Pertenecen al entorno de un punto que fue en el pasado un lugar de encuentro para los caraqueños y un sitio evocador para aquellos vecinos del centro de Caracas que la revolución convirtió de repente en la esquina caliente de los rojos a la cual ya no pueden llegar los ciudadanos de a pie. Tampoco se puede atravesar la Plaza Bolívar y menos detenerse en las iglesias cercanas, porque siempre están cerradas ante las amenazas de invasión por los amigos de Marx. Frente al edificio de la Joyería, un hombre lloraba desesperado, ante la orden inesperada y abusiva de quien cada día amanece con un capricho y de seguidas, sale con su cortejo a cumplirlo. En este inhumano "exprópiese", quedarán sin trabajo quinientas personas.

Una siente terror de que empiece a expropiar todas aquellas construcciones por donde pasó Simón Bolívar, ya que la ilustre historiadora, ambientalista, experta en limpieza de ríos contaminados, Jacqueline Farías, contó al exterminador que en una de las esquinas, en uno de los edificios, en uno de los cuartos, había vivido el Libertador durante unos meses con su esposa María Teresa Rodríguez del Toro, víctima de la fiebre amarilla al poco tiempo de llegar a Venezuela, según los libros que la investigadora Farías, jamás ha leído. Mal podría vivir en ese lugar, a menos que falsos historiadores, fabriquen hoy tan rocambolesca leyenda.

øNo nos va a pasar?

En las recientes memorias del músico y productor Emilio Stefan, Vivir es un placer, cuenta cómo una mañana, un pelotón de la temible policía cubana, invadió la casa de sus padres, solicitando, primero, la clave de la caja fuerte que el señor Stefan asustado no pudo recordar. A plomo le cayeron a la caja y se llevaron lo poco que allí había. Stefan, hijo, tenía 14 años. A los pocos meses huyó hacia España, con la esperanza de llevarse más tarde a su familia, empresa que no pudo cumplir de forma inmediata porque la pobreza acosó a padre e hijo, hasta el punto de tener que acudir a los comedores gratuitos de Madrid y dormir en un pequeño cuarto que pagaba una tía lejana. Stefan relata en el libro su odisea, desde que jovencito abandonó su casa, hasta el día en el cual pudo sacar a su familia de Cuba, de lo cual hoy se siente culpable por el sufrimiento de los suyos en la isla. Para paliar un poco esa tristeza, prometió a sus padres, una vez llegados a Miami, que todos los días, a las diez de la noche, los llevaría a una heladería para saborear un helado y recordar viejos tiempos. Jamás dejó de cumplir esa promesa y todos sabían que no contarían con él de diez a once de la noche y que a buen seguro lo encontrarían en la heladería más cercana a la casa paterna. Cuenta que una noche, abandonó a Shakira en plena faena de producción, porque a las diez en punto tenía que cumplir con el ritual de la heladería.

Hoy ya no viven sus padres, pero su infancia quedó marcada con la separación de su madre y de su hermano, durante varios años. Cuento esto, porque así, de repente, pueden llegar a nuestra casa, invadirnos, llevarse lo poco que tenemos dentro, y chillar : "Exprópiese". Si hace unos años, yo era una de las que decía que "a mí no me va a pasar", hoy pienso todo lo contrario.

Mentiras

A mi correo, han llegado las mentiras de Chávez como arroz y este final de la columna se dedicará a publicar, poco a poco, los embustes presidenciales:

La culpa es de El Niño

"Mentira. La única inversión hecha por el régimen de Hugo El Cubano en generación termoeléctrica es la planta Josefa Camejo en el Estado Falcón, que sólo produce una fracción de su potencial, porque a alguien se olvidó de crear las líneas de transmisión asociadas. La situación generada por 11 años de abandono del parque termoeléctrico por parte del gobierno Robolucionario, es la causa fundamental de la crisis actual, no es El Niño". Joaquín Chaffardet.

Mentiras de ayer. "Bombardear las nubes es como un aborto. No. Como un parto prematuro. Somos multiplurales, abrimos los abrazos a todos los países. Nosotros le damos la mano al gobierno y al pueblo de EE.UU. y ojalá recuperemos la esperanza de buenas relaciones. Ahora que recuperamos la independencia, hemos puesto a disposición del mundo la Faja Petrolífera del Orinoco. Pero hay que verlo con otra visión, no como antes se veía, como si le hicieran un favor a Venezuela".

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