Friday, November 6, 2009

La columna de esta semana

De andar y ver

Las verdaderas revoluciones
Mariahé Pabón (*)

"Hoy hasta los niños más pobres de los rincones más olvidados de Uruguay van todos a la escuela agarrados a su XO. Cada portátil lleva un chip con el nombre del crío, para poder hacer un seguimiento e impedir su reventa: si una familia tiene nueve hijos, cada uno de los nueve recibe su ordenador. Y los chavales regresan a la escuela por su cuenta después de las horas de clase, para seguir conectados a Internet. No creo que pueda haber ahora mismo una medida más útil en el mundo para fomentar la cultura y el desarrollo, para acabar con la exclusión social, para crear futuro. Hoy las verdaderas revoluciones se hacen así." Rosa Montero, El País de España

Pero aquí,no
Esas pequeñas computadoras de Negroponte a las que hace alusión en su columna la escritora Rosa Montero, no forman parte de la cultura venezolana. Aquí, a cada niño se le entrega un kit con una franela roja, un folleto sobre la revolución cubana, una foto del Che y otra de Chávez. A los adolescentes les dan el mismo material y la obligación de pertenecer a las brigadas del PSUV. A los más grandecitos se les adoctrina en la revolución, se les prepara para las milicias socialistas y se les repite todos los días que la oposición quiere matar a Chávez y que los escuálidos son los culpables de todos los males que golpean al país. Hay armas encaletadas, por si acaso viene la supuesta guerra con Colombia. A los comunicadores que laboran en las emisoras oficialistas se les adiestra para el insulto a los oposicionistas y el halago para el comandante y sus secuaces. Su credo es el de leer máximas del Che, Mao, Marx, Fidel y Chávez y la incitación diaria es la de prepararse para un enfrentamiento con el Imperio, el mismo que compra petróleo a Venezuela y da de comer a incluidos y excluidos. Los héroes: Bin Laden, Ghadaffi, Daniel Ortega, los Castro, Evo, Correa y los gobernantes que apoyan la guerra para destruir a Israel en un día. La obligación: sentarse frente al televisor para escuchar los cuentos de camino del hombre que ha colocado a Venezuela en la época colonial, usando velas para alumbrarse, totumas para bañarse y rejas para defenderse de los malandros.

El egoísmo de dos
"Si la situación se complica, vamos a estudiar decretar emergencia y, bueno, cerrar eso...", amenazó Chávez , luego de que fueran asesinados dos guardias nacionales venezolanos y nuevamente jóvenes colombianos en la zona fronteriza San Antonio-Cúcuta, que ha sido por siglos una franja en la cual, habitantes de lado y lado, han construido una familia con principios de solidaridad y ayuda mutuas.
Si en un lado falta el pan, en el otro lado se lo suplen. Si aquí sobra la carne, se la pasan al vecino. Negociaban antes con la gasolina barata de Venezuela. Ya no. En una época, el bolívar era fuerte, ahora no vale. Vale el peso. Cada quien cumple con el viejo rito del trueque y en las grandes fiestas todos son amigos: panas aquí, parceros allá. Gaita aquí, vallenato al cruzar una frontera común de 2.20 kilómetros. Nunca, desde que me conozco, he sabido de guerras entre los dos bandos que se necesitan, son familiares y se respetan. No es Gaza. No es la vieja franja de los dos Berlines que acaba de cumplir 20 años de la desaparición del muro y siguen con sus dramas. Las diferencias entre Uribe y Chávez no pueden destruir los lazos familiares que han existido siempre en esta frontera que por cierto no es lo atractiva que pudiera ser, por culpa de los gobiernos de turno.

La gota fría
Horacio Serpa , el gobernador del departamento de Santander ha invitado a estos dos hombres al parecer irreconciliables que medien por el bien de miles de personas que se benefician del comercio bilateral y de un sistema de vida que han construido por siglos ellos mismos. Miles de trabajadores cruzan todos los días la frontera colombiana para trabajar en la otra orilla y hoy no pueden pasar el puente: lo hacen por los caminos verdes. Unos y otros han mantenido por siglos lazos de sangre, amistades permanentes, amores entremezclados. La violencia se ha cruzado para que dos mandatarios intercambien ofensas y no traten de llegar a acuerdos que sean capaces de establecer redes de vigilancia en esta frontera "amarga" como la bautizado Serpa. No piensan estos dos en los hombres, en los seres que ajenos a tanta violencia cruzan las fronteras para poder vivir. Hay que estar allí, verlos todos los días con su morral al hombro para cumplir con su faena diaria y regresar al filo de la noche al otro lado del territorio en conflicto. Ahora Chávez amenaza con cerrar, decretar que nadie seguirá entrando a su pedazo temporal de tierra. Uribe entretanto se diluye en interrogantes que deben pasar a la investigación policial y sentarse de una vez por todas a conversar con el enemigo peligroso, así le escupa la cara. Si pudo arreglarse con Correa ø por qué no enfrentarse a este Luis XV criollo?. De todos modos lo hará Lula y mandará a su Canciller Marco Aurelio García para que sirva de árbitro en este conflicto, antes de que oscurezca el paisaje.
"Me lleva él o me lo llevo yo, pa que se acabe la vaina".

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