Friday, May 7, 2010

La columna de esta semana...Yo si quiero a las mujeres!!


De andar y ver


A que sí lo conoces
 Mariahé Pabón (*)


" Hitler expresó con una seguridad intachable el pánico mudo de unas masas a las que se enfrentaba un enemigo invisible y puso un nombre al espectro que carecía de él. Fue un fragmento puro del alma de la masa moderna no enturbiada por cualidades personales. Apenas si se necesita preguntar con qué artes conquistó a las masas; no las conquistó, las retrató y las representó. Sus discursos son ensueños de esta alma de las masas; son caóticos, están llenos de contradicciones, si se toman literalmente sus palabras, con frecuencia sin sentido como los sueños, y sin embargo cargadas de un sentido más profundo. Tosco vilipendio, chistes insulsos que se alternan con frases sonoras, a veces exaltadas." Konrad Heiden, periodista estudioso de Hitler, que lo siguió en sus campañas.

No quiere a las mujeres
Creo firmemente que Hugo Chávez Frías no quiere a las mujeres o al menos no las quiere tener cerca para que no lo opaquen. Marisabel Rodríguez lo acompañó en algunas actividades iniciales pero ella recordó en una entrevista que le hice, cómo en el viaje a China la obligó a bajar del avión, a la hora de la partida, porque no quería que lo acompañara. A Miraflores jamás la dejó entrar y si permitió que formara parte de comisiones para la redacción de la Constitución, fue porque ella se hizo sentir en el ambiente de la Asamblea y logró no pocos éxitos con su trabajo serio y disciplinado. En La Casona prácticamente la ignoró y maltrató, si no con golpes, con conductas indignas. Por eso se marchó.
Su relación con doña Elena no fue del todo feliz y por ello se acomodó en los brazos de su abuela Rosa Inés, a quien siempre recuerda con amor.
No así, con amor, se expresaba la madre de quien fue la compañera de luchas de Chávez por nueves años, la profesora y filósofa Herma Marcksman quien cuenta en su entrevista " Chávez me utilizó" que su madre lo bautizó como "care e crimen", porque su cara le reflejaba " como asesinato, como muerte". Ese señor, decía la señora Marksman, "tiene el crimen marcado en el rostro".

Ambicioso, desagradecido y desleal
Marcksman no guarda sentimientos gratos de este Chávez que la utilizó, la engañó, se burló como dice, el " Usted abusó" de Celia Cruz. Pese a que le escribía versitos de amor, hizo con ella lo mismo que hace con las masas: mentirles. Dijo ser una cosa y resultó lo que es hoy, un dictador. Esto se lo confesó al profesor Agustín Blanco Muñoz:
"Yo pienso que Hugo es un hombre sin valores, ambicioso, desagradecido, desleal, son tantos calificativos, que no te puedo decir cual lo define de verdad. ¿Cómo se le dice a alguien que utiliza a las personas y después las desecha?. Es alguien encerrado en lo que el cree, y nada más. Hoy lo concibo como lo que yo empecé a ver desde la cárcel, un caudillo que se quedó en el siglo pasado. Un hombre que se negó a avanzar hacia el futuro, que se quedó en el pasado y que además se convirtió en un asesino"
Por eso se quedó con su entorno masculino, los que le adulan y le lamen las botas. Y con algún grupo femenino como Lina Ron, Cilia Flores, Jacqueline Farías y una docena más de heroínas de la revolución que viven del relumbre y no conocen tanto a Chávez como Herma Marcksman quien además de amante , fue su fiel compañera en un proyecto que jamás cumplió.

Las discrimina
Las mujeres, sus mujeres siempre están en segundo plano. Si Obama camina tras su mujer y Sarkozy viaja con ella a todas partes, Chávez va siempre con el pecho erguido, para que nadie le robe luz. Su hija María que lo acompaña a todas partes, está siempre como escondida, en segundo plano, tratando de pasar inadvertida. En los actos públicos a veces vemos por ahí perdidita a Rosa Inés y al resto de su familia. De vez en cuando toma en brazos a sus nietos porque eso despierta emociones en la barrera. Doña Elena pocas veces se asoma y las ministras sólo aparecen cuando él las llama para hacerle preguntas en su Aló.
A la Jueza María Lourdes Afiumi, quien dictara, de acuerdo con la ley, la libertad de un banquero, la mandó a la cárcel en donde se encuentra desde diciembre del año pasado y tomándose atribuciones que no son suyas la ha sentenciado a 30 años de prisión. Debe de regocijarse cuando la llevan esposada a los tribunales y se entera de que no ha visto la luz del sol en seis meses y su cuarto de 2 X 6, es el mismo que le asignan a peligrosas delincuentes a las cuales tampoco debieran castigar de esa manera,si lo que se quiere es su redención y el regreso a la vida normal. Pero ya sabemos que a las cárceles venezolanas se entra vivo y se sale al cementerio
En resumidas, Chávez no quiere a las mujeres.

No comments:

Post a Comment

escribe tu comentario aqui: