La columnda de esta semana: El Circo

De andar y ver

El circo

Mariahé Pabón (*)
Muchos personajes de este circo que es la revolución pasarán a la historia como los hombres y mujeres que contribuyeron al deterioro del país y sirvieron de comparsa al presidente para cumplir con sus sueños de quedarse en el poder hasta el fin de su existencia, una vez eliminado cualquier vestigio de adversarios. Encabeza el elenco la señora Jacqueline Farías auto bautizada como "el dedo de Chávez". Pasa de un cargo a otro con una ligereza abrumadora. Y si ayer era experta en malos olores capitalinos, al día siguiente se convirtió en especialista de "vergatarios" , léase móviles o celulares para regalar a las madres en su día. Hoy, por decreto del presidente y siendo como es la mejor exponente de la dedocracia se ha convertido en la dueña y señora de los territorios capitalinos con patente de corso para atacar por todos los flancos al alcalde mayor Antonio Ledezma , un hueso difícil de roer. Le sigue en importancia histórica la señora Cilia Flores, graduada en la escuela de Alta peluquería , para poder cambiar cada día el tono de su cabellera y así llegar a tiempo a su curul de presidenta de la Asamblea Nacional en donde, reloj en mano, le quita el derecho de palabra a los pocos disidentes que alzan su voz para oponerse a las absurdas leyes que allí se aprueban. El siguiente personaje , Jesse Chacón, pasante de unos cuantos ministerios hasta llegar al de Ciencia y Tecnología, no pudo quedarse callado ante el evento sísmico del pasado lunes y con voz profética de científico barato nos anunció que pasarán miles de años, muchos más, como dice el bolero, antes de que ocurra un nuevo movimiento telúrico. Imposible dejar por fuera de este cuadro de horror a la inefable Lina Ron, por su talibana militancia , su carácter violento y su vocabulario impronunciable. Quedan muchos por fuera.

Billete mata galán
Una se queda muda al escuchar las declaraciones de un alto Jefe de la Guardia Nacional justificando su agresión a los manifestantes del pasado primero de mayo, porque querían llegar en paz hasta la Asamblea Nacional y a un estudiante de arte, festejando la invasión al Ateneo, porque allí los actores cobraban por sus espectáculos. ¿Acaso lo actores son fakires?. Ojalá nuestros actores ganaran los mismos sueldos que devengan los adeptos al rojismo. A Roberto Moll le pagaron una fortuna por interpretar el personaje de Allende en una obra que relata las últimas horas de su muerte, con producción de Luis Fernández y Mimí Lazo, quien por cierto se gana lo suyo en los teatros militares actuando para las tropas. Hay dinero a montones para los actores extranjeros que vienen en busca de dólares a cambio de genuflexiones. Lo veo bien. Los actores, pertenezcan al toldo político que les calce, tienen derecho a ganar un buen dinero y si simpatizan con sus benefactores, allá ellos. Moll lloró en el pecho de Chávez después de su magistral actuación para luego retirarse por divergencias con sus productores. El llanto fue verdadero y no tuvo nada que ver con su renuncia de seguir actuando en la obra sobre Allende que por cierto es una magnífica pieza.
La razón que anima a los nuevos directores del Ateneo al que le han dado tres meses para desocupar, después de 79 años de digno trabajo, es entre otras, la de cobrar por los espectáculos. Durante muchos años disfrutamos del teatro en la calle durante los Festivales mundiales, eventos que jamás se repitieron porque el chavismo los eliminó de la programación subsidiada.
Con gente así, a cualquiera se le enfría el guarapo...

Mi nueva familia
Hace una semana estuve en Valencia celebrando con alegría los ochenta años de mi prima Elvia Mantilla Pabón de Belandria, quien logró reunir a sus 10 hijos, nietos y bisnietos en una fiesta que organizó su hija Paula. De pronto me vi rodeada de una enorme familia que no conocía, porque a esa prima cercana no la había vuelto a ver y gracias a esta columna , ella investigó y me descubrió hasta conectarme. La sensación de ganar en veinticuatro horas una inimaginable familia me hizo sentir como en esos programas de televisión en donde se ocupan de buscar los lazos perdidos entre padres, hijos y hermanos. Fue una experiencia entrañable el poder abrazar a ese gentío que fue desfilando ante mis ojos abiertos por la sorpresa y la alegría. A todos esos hombres mayores y jóvenes, a las mujeres hermosas, a los niños y a las niñas, mi abrazo de prima agradecida que todavía no sale de esa sorpresa tan grata que viví en Valencia. No puedo nombrar aquí a todas esas personas con quienes compartí una noche deliciosa junto a Elvia pero si quiero dejar constancia de mi agradecimiento a Paula por haberme regalado este entrañable encuentro. No todos los días se encuentra una, conque cuenta con nueva familia y la mía es bastante numerosa .Está repartida en todas las geografías. Si se reuniera , tendríamos que alquilar el Poliedro, porque sólo en ésta conté más de 50 personas que unidas a las numerosas familias de mis 23 hermanos, sumaríamos varios centenares . El linaje Buendía de El Gabo. Puro realismo mágico.