Sunday, May 24, 2009

La columna de la semana pasada

Algo personal

Mariahé Pabón (*)
Probablemente en su pueblo se les recordará/como cachorros de buenas personas,/ que hurtaban flores para regalar a su mamá/y daban de comer a las palomas/.Probablemente que todo eso debe ser verdad, aunque es más turbio cómo y de qué manera, llegaron esos individuos a ser lo que son/ni a quién sirven cuando alzan las banderas./Rodeados de protocolo, comitiva y seguridad/viajan de incógnito en autos blindados/a sembrar calumnias, a mentir con naturalidad,/a colgar en las escuelas su retrato".
Letra de la canción "Algo Personal" que interpreta Joan Manuel Serrat y que Nelson Bocaranda envió como respuesta a una aviso conminatorio del psiquiatra Jorge Rodríguez.

Los gustos burgueses
Cuando se lee con detenimiento la respuesta que el nuevo Alcalde de Caracas enviara la semana pasada a Nelson Bocaranda por haber destapado unos gustos burgueses que le van a bien al burgomaestre y a los suyos, pero no a su discurso proletario y revolucionario , una piensa que desde ya hay que tener miedo ,no porque ningún habitante pitiyanqui de Chacao vaya a tomarla contra los niños que disfrutan de los buenos servicios que se prestan a la comunidad sin distingos sociales, sino porque desde ahora, el periodista es objetivo militar y ha de andarse con cuidado, ya que si por mala suerte los vástagos de la bestia enfurecida, se rasguñan en algún afán deportivo, la cabeza del denunciante puede quedar en cualquier cuneta del 23 de enero que es donde se cocina la venganza oficial. Y no me parece exagerado advertirlo, dado el texto que el Alcalde Libertador envía a Nelson ,en el que lo llama proxeneta , sin que haya sido el autor de la visita de Naomi Campbell, ni el que haya sentado al nieto de Allende junto a su hoy compañera de romántica vida.

Prácticas mafiosas
El estudioso de las conductas humanas, amenaza a Bocaranda con buscarlo en todos los vericuetos y cuevas posibles hasta dar con su humanidad, para seguramente contribuir a que le rompan los huesos , como es costumbre entre las disciplinadas comunas de La Piedrita. Como lo era entre los mafiosos de Al Capone.
La amenaza del poderoso a Bocaranda, tiene garantía de impunidad y palabra más, palabra menos, traduce: " si algo le pasa a mis hijos, te mando a matar".A sus niños nada les va a ocurrir si viven en Chacao, pero quien debe estar alerta es el periodista. A la dirección señalada por Bocaranda, una calle y no el nombre del edificio en donde vive el psiquiatra, nadie acudirá, porque no podrá traspasar la cadena cubana de guardaespaldas que la custodian. Fuera de ese círculo boliburgués que ataca a diario el Presidente refiriéndose a los oligarcas, mueren centenares de personas en el territorio nacional víctimas del hampa, secuestran a decenas de ciudadanos, asesinan a niños barrio adentro en balaceras protagonizadas por malandros, atacan a miles de seres inocentes por sorpresa, para luego terminar en la morgue, sin que la justicia desate los nudos de la investigación. Sólo un dos ciento de los secuestros express son divulgados. Sus protagonistas prefieren pagar, hacer las maletas e irse de Venezuela antes de que los asesinen o los sometan de nuevo a una experiencia tan traumática.

Patente de impunidad
De acuerdo con Prudencio García, investigador y consultor de la Fundación Acción Pro derechos humanos, de España, estudios efectuados en diversas universidades norteamericanas (experimento Milgram y otros) registraron porcentajes preocupantes de individuos normales capaces de torturar a sus semejantes, con el simple requisito de que se les proporcione una motivación supuestamente válida: la obediencia a una autoridad que les garantice la impunidad. Cuenta García en un artículo publicado en El País, cómo, en 1973, el capitán Jorge Silva, de la Fuerza Aérea de Chile, fue capturado por su actitud adversa al golpe de Pinochet y torturado con brutales descargas eléctricas. Sus torturadores, creyendo que estaba sin conocimiento o tal vez muerto, le retiraron la capucha, lo que, pese a su estado, le permitió verles las caras. øY quiénes eran? Pues nada menos que los entonces comandantes de su mismo cuerpo Edgar Ceballos y Ramón Cáceres (hoy condenados por la justicia chilena), a los que Silva conocía y apreciaba.

"A mí no me va a pasar"
Tomen nota todos aquéllos que dicen " a mí no me va a pasar" y por ello subestiman los ultimátums. Recuerden a Rangel Briceño, a Baduel, Usón y muchos, muchos más. Han asesinado y callado a numerosos periodistas. Los medios oficiales adulantes del gobierno, jamás señalan la realidad del país y actualmente propietarios de revistas, periódicos , programas de radio y televisión han quedado en la calle por falta de los patrocinantes que son intimidados por el poder. El silencio de la oficialidad descontenta fue roto por el general del Ejército Angel Vivas Perdomo, quien ante el Tribunal Supremo de Justicia pidió la anulación de una orden presidencial que obliga a los militares a emplear el lema "Patria, socialismo o muerte, venceremos'". Vivas cumplió 30 años en el ejército y ahora se le mira mal. Rocío San Miguel, directora de la ONG Control Ciudadano para la Seguridad, ha revelado que unos ''800 oficiales'' a los que no se les ha asignado misión alguna, y cerca de 1,200 militares descontentos que presentaron sus solicitudes de pase a retiro adelantado esperan una respuesta. San Miguel denunció que a uniformados señalados como enemigos del ''proceso'' se les impide el ingreso a las bases militares y que unos 2.000 de los 14.900 oficiales de la fuerza armada están descontentos . Se tiene entendido que en los baños y dormitorios de las instituciones castrenses hay micrófonos .
Cojan palco, señores , que Globovisión está en la mira del déspota y ahí sí que comenzará el gran silencio de los inocentes.

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